Casa de Campo en Abantos
España
- Arquitectos
- Moneo Brock
- Año
- 2008
La ubicación de esta vivienda unifamiliar se encuentra en un lugar único que condicionaría toda la propuesta de arquitectura y diseño. Frente al Monasterio de San Lorenzo del Escorial, el terreno montañoso, poblado de altos pinos, robles, encinas y jaras, nos retó con su gran pendiente, mientras que la impresionante presencia del Monasterio y su estricta geometría se infiltró en nuestro diseño.
La planta del proyecto, cuya orientación es exactamente la del Monasterio, se desarrolla sobre una retícula de nueve cuadros donde el cuadrado central forma un patio interior sobre el que gira la circulación interior de la casa.
A pesar de las complicaciones derivadas de la inclinación de la parcela, la conexión con el monte nos parecía imprescindible y la única solución fue integrarla en la arquitectura. La planta baja está escalonada en sección, siguiendo las cotas del terreno y permitiendo a cada espacio interior una relación inmediata con el jardín. Hacia la fachada este, la discontinuidad con el terreno en sección se resuelve elevando parte de la planta mediante un gran voladizo que alberga el espacio principal de estar. Esta aparente contradicción entre la existencia de un voladizo y el deseo de estar firmemente asentada en el terreno, se entiende por su orientación hacia el Monasterio. La levedad que le proporciona el voladizo enfatiza su aspiración por alcanzar la vista.
En cuanto a la propuesta de interiorismo de esta casa-patio, la posibilidad de construir una casa en la montaña con toda la estructura interior de madera vista nos sedujo. Los cuatro pilares del patio, hechos con madera de pino de Valsaín, anclan toda la estructura interior con las vigas principales de pino laminadas (de hasta 14 metros) y las viguetas de pino macizo. Esta estructura vertebrada de madera recorre libremente el espacio diáfano que proporciona la transparencia del patio interior, formando tanto espacios de doble altura como espacios abuhardillados e íntimos. Exponiendo los nudos entre las vigas nos encontramos detalles inesperados; la madera siempre permite soluciones ingeniosas aportando indiscutiblemente carácter, calidez y confort al interior de la casa.
Se produce un espacio compacto en el exterior, y a la vez espacioso y diáfano en el interior. Espacioso porque, al no tener la casa un piso bajo cubierta, todos los espacios son abuhardillados y los cuartos principales tienen gran altura de techo; y diáfano porque las vistas y los espacios públicos continúan a través de la transparencia del patio.
Ambas escaleras interiores de la casa están ensambladas usando únicamente madera. Como si de un juguete de Meccano se tratase, peldaños y montantes se traban cuidadosamente produciendo una estructura suspendida de la viga de cubierta en el cuarto de juegos. Debajo, un mueble estantería completa el diseño. Los huecos de las ventanas y puertas de madera de iroco, atrapados dentro de esta retícula estructural y pétrea de las fachadas, adquieren mayor libertad de movimiento, transmitiendo al exterior la fluidez informal de la vida interior.
Desde la entrada uno se encuentra frente al patio interior a través del cual se comprende toda la casa. Bajando metro y medio encontramos la cocina, despensa, lavandería y garaje; mientras que las zonas de uso común, tales como el comedor, cuarto de estar, porche y cuarto de jugar, ocupan la cotas bajas. Los dormitorios se encuentran en la planta superior. Un gran porche debajo del volumen de la casa que sobresale en voladizo, junto con numerosas terrazas, completan el programa.
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