MBM Arquitectes

La comisaría de policía debía situarse en la cuña formada por la confluencia de dos de las principales avenidas de Barcelona, frente a la plaza Espanya. La solución urbana debía solventar el problema de las distintas regulaciones de altura de ambas avenidas, respondiendo a la vez a la monumentalidad de la plaza circular. La decisión de crear un edificio con dos alas, responde a la necesidad de que tres cuerpos de policía independientes compartieran el acceso y un vestíbulo público. Y puesto que el edificio exigía la representatividad que se requiere de las fuerzas del orden en una sociedad democrática, el vestíbulo de atención al público debía presentar un entorno amable, además de cumplir con las obligadas medidas de seguridad. Entre los dos cuerpos del edificio, se sitúa un atrio vidriado de cuatro plantas con un patio ajardinado ubicado en la parte posterior. Las fachadas de estas dos alas se componen de un módulo continuo de parteluces de acero galvanizado con balcones fotovoltaicos en los lados sur y oeste, que enmarcan el cristal y sirven para aprovechar la energía solar como fuente de energía sostenible y limpia integrada al edificio. Se trata de una vaga referencia clásica al lenguaje de base, columna y cornisa, característico de los edificios del Ensanche de Cerdà, con cerramientos de pavés en la base y muros de hormigón perforados por ventanas en la parte superior.