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Para empezar, Vitry-sur-Seine se presenta como una ciudad cortada en dos por la RD5. A la vez, es una ciudad formada por diferentes centralidades con usos bien diferenciados. El tercer elemento para comprender esta ciudad es la existencia de una topografía este-oeste marcada por las colinas y la vista que desde ellas se extiende a lo largo de toda la carretera nacional hacia el valle del río Sena.

Paralelamente a esta topografía, y en dirección sur, la trama vegetal se hace cada vez más presente debido a la proximidad del Parc des Lilas, un parque departamental de alrededor de 100 ha.

Estos tres elementos son necesarios para crear un principio operativo de cosido urbano, el cual consiste en considerar la herida urbana generada por la carretera nacional como una oportunidad de hacer ciudad. La recalificación de la RD5 en bulevar urbano nos permite introducir el concepto de espacio público dúctil, en estrecha relación con el concepto de espacio privado participativo (EPP).

Se crea así un espacio público secuencial, poroso, marcado por la trama vegetal transversal que viene de las colinas del oeste y que trabaja a modo de eco-conectores. La trama vegetal funciona como una infraestructura que articula el territorio.

El proyecto recrea así, una nueva centralidad, apostando por el capital humano y reestructurando el territorio desde una escala más sensible, amable y doméstica, que se inspira en la poesía del entorno existente y es capaz de dar una dimensión humana a la ciudad del siglo XXI: la ciudad organoléptica, que desarrolla espacios habitables.

El proyecto desarrolla el concepto de intensidad urbana: densidad, compacidad y complejidad (correspondiente al diálogo entre el espacio verde y el espacio público)

La RD5 pierde su fuerza lineal y permite la existencia de un espacio público apropiable por el conjunto de los habitantes de la ciudad de Vitry, favoreciendo así una cohesión social de los mismos.